Beso los pies de mi primera cama,
donde Angelita me dio a beber de sus pechos anoche,
cuando tenía solo veinte años.
–
Anoche Angelita tenía veinte,
veinte que me regaló.
Ahora yo tengo veinte y angelita no ha nacido.
–
Cuando Angelita nazca la voy a llamar maría.
Cuando angelita nazca
le pediré que no vuelva a darme a luz.
–
Le diré a Angelita
que sume sus veinte con mis veinte
y me permita hecharme atrás en sus entrañas.
–
Angelita, ruiseñor de la Loma,
no vuelvas a parirme, no, no.
mira que el tiempo es corto
y no quiero seguir naciendo.
–
Veo a Angelita entrada en sus cuarenta
con mis padres en la mano.
–
Toma uno,
le
atravieza el pecho
con
una aguja enredada
en
hilo rojo.
–
Se lo cuelga a la altura de pecho,
y pide que entren los mariachis
y que le canten el corrido del nieto no nacido.
–
“No lo tenemos señora… pero tenemos viruela”
–
Angelita va a visitarme al hospital.
– casi te come la cara, la condenada viruela-
me dice.
– No es viruela, Angelita… es solo que me estoy muriendo.
Angelita se ríe.
–
Cuando volví a casa tenía sus pulmones
en el balde de la ropa sucia.
–
-¿Que hacen ahí tus pulmones?
– esperan-
-¿Qué esperan?
-que los ovarios salgan de la lavadora.
–
Beso la cama de mis primeros pies.
Angelita, se saca los pulmones,
se saca los ovarios,
se arregla el pelo y se convierte en caracol.
–
Me la pongo al oído pero no puedo oír el mar
por que ella no lo conoce.
Oigo los mariachis,
las maldiciones de algún mi padre,
y los latidos de su corazón de madre.
–
He vuelto al vientre,
desierto seco.
El líquido se ha ido por el cifón,
nueve meses y trece días.
–
Trece días de retrazo,
no más pitocin,
no mas… no más angelita,
no quiero volver a nacer.
yo tampoco quiero!
buen poema don Hair, loco eso de los mariachis! 😉
abrazos
Pero Dios Santo, que manera tan maravillosa de escribir tienes!!!
Creo que muchas veces pensamos eso: «No mas Angelita, no quiero volver a nacer»; muchas veces nos puede el ritmo virtiginoso de la sociedad. No?
Saludos,
Un abrazo,
Cati
Muy bueno , tus escritos me dejan en el alma un sabor agridulce, pero extrañamente fortalecedor, excelente texto…….. 😉
Mi favorito! ya te lo había dicho!
Te propongo un título alternativo: «Los placeres del nacer en medio de mariachis».
Don Helen Ben, siga así que va por buen camino y algo disipado.
Don Helen Ben, ¿por qué no se cambia el nombre por Belén? Mas corto y fácil de escribir…
Estas letras enternecen al más duro e insensible.
Una belleza.
Un abrazo gigante!